martes, 11 de mayo de 2010

La alegría de dar vida

Hola soy una madre de 27 años con una hermosa princesa de 11 meses de nacida. Ser madre es uno de los viajes más hermosos que puedes hacer en la vida, lleno de momentos mágicos, alegrías, angustias, logros, desvelos, sonrisas, llantos...
Todo comenzó a finales de septiembre de 2008 cuándo por casualidad llegue a hacerme una revisión de rutina, durante el ultrasonido, tú imagen..., cómo diciéndome "mamita aquí estoy", no supe que pensar, mi corazón latío presuroso, sólo quería salir de ahí e ir corriendo a decirselo a tú papá. La noticia no fué bien recibida por él, creo que le causó un shock mayor que el mio, pero con base en amor, paciencia y comunicación, poco a poco lo fué aceptando.
Antes de tú llegada mamá trabajaba mucho, sin parar, como buena teatrera estaba inmersa en ensayos y funciones, así que cuándo tú ya estabas dentro, teníamos compromisos que cumplir, así pues, tú estuviste en tus primeros tres meses arriba de un escenario, dentro de la panza de mamá, recibiendo los aplausos del público, por eso si en el futuro quieres dedicar tu vida al arte, estoy segura que no te causará ningún problema, pues lo hacias desde antes de nacer!!!
Mamá te espero paciente, fue una espera hermosa al ver que mi cuerpo crecia y crecia contigo dentro y tú te movias muchisimo, día y noche y cuándo comía chocokrispis con leche, creo que será tu desayuno favorito. Cada mes haciamos una ecografía pudimos verte saltando a los 4 meses, tu manita a los 6 y en ésta misma fecha también supimos que serías una niña.
Ahora teníamos que buscar el nombre perfecto para ti, sería el que llevarías toda tu vida, el que te identificaria, haciéndote única y como mamá te llamaría al mometo de verte por primera vez.
Aurora Rebeca fué el escogido, Aurora lo propuso tu papá y recordando, me llegó a la mente que el primer personaje de una obra teatral que había interpretado se llamaba así precisamente, así que ése era el correcto y Rebeca, llevarías también el nombre de tu abuela que es también tú madre.
El día en que naciste fue muy alborotado, llegamos al hospital a las 9:00 am sólo para hacer un ultrasonido y determinar cuánto faltaba, tenías ya 38 semanas de gestación.
9:15 la Dra. del ultrasonido nos muestra tú piernita ya muy apretada, ya no cabías dentro de mamá!!! Nos dice que ya debes nacer, pues el líquido está turbio y debemos de sacarte ya.
9:30 Mamá comienza a ser preparada para la cesárea.
10:00 Entramos a quirófano. Frío, blanco... tenía un poco de miedo y muchas ganas de conocerte.
Entraron los doctores y las enfermeras, pinchazos, abiertas, sangre, dolor... cuando de pronto el doctor me dice "Cuándo yo te diga vas a pujar con todas tus fuerzas" y yo dije "pujar??? pero si no es un parto natural, cómo pujar???" Pero lo hice, puje lo más fuerte que pude, mientras otro doctor, casi encima de mi, me empujaba el estómago, sentí un dolor agudo, como si me jalaran las entrañas y de pronto... un llanto, ahí estabas, diciéndole al mundo entero que habías llegado, gritando quien eras y que estabas decidida a vivir... no hice más que llorar y repetía "Mi bebé, esa es mi bebé, mi niña..." Ya no me importaba sentir las manos del doctor dentro de mi panza desinflada, sólo quería verte, te lleva una enfermera junto a mí, con tu cuerpo desnudo, sobre una manta blanca, puse mi mejilla contra ti, tu piel suave y tibia, tú papá estaba del otro lado, reponiéndose del impacto de verte nacer... es así como llegaste a nuestras vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario