martes, 21 de febrero de 2012

Periodo de adaptación en el kinder






Hace dos semanas mi pequeña princesa entró a la escuelita, la primera estuvo muy feliz, entraba contenta, salia más y parecía que no había ningún problema.


Pero la segunda semana comenzó a llorar y a "no quiero ir a la escuela", hubos dos días que la maestra la metió llorando ya a la salida estaba muy feliz y me decían que estuvo muy contenta, trabajando, jugando.


La angustia seguía en casa, mi niña realmente estaba muy preocupada por el hecho de ir a la escuela, queria modificar su conducta para no ser llevada, pensaba que si hacia algo que no entrara en la rutina entonces no sería llevada, por ejemplo no queria dormirse para que no amaneceria, por que en la mañana se va a la escuela, no queria desayunar o tomar su lechita por que pensaba que si no lo hacia no la llevaría o no queria salir de casa para no ir "por el camino de la escuela" como ella misma lo llama. Asi que yo estuve igual de angustiada y preocupada por su actitud.



Hablé con una amiga maestra de kinder, le expliqué la situación y ella me dió varios punto que yo no había considerado en el "proceso de adaptación", como mi hija fué muy feliz la primer semana, pensé que ya estaba "adaptada" a su nueva vida, pero no era así.



Cuando un niño que nunca ha sido llevado a guarderia, ni a colegios y es cuidado por su mamá o en nuestro caso por un familiar muy cercano como la abuela, entonces pasa inevitablemente por este "periodo de adaptación" que hasta cierto punto es normal, todo niño pasa por él y el tiempo de duración depende de cada niño, pero hay que entender que es nuevo para el niño y estar al pendiente de ellos, los puntos expuestos por mi amiga son:


* La angustia del niño es parte de la separación de su madre, de su entorno familiar que le brindaba seguridad y confort y donde el niño tenía todo a su favor.


* Sentirse abandonado. El niño no entiende bien por qué ahora mamá lo deja ahi, solo, con desconocidos, por tanto tiempo.


*Ahora deben seguir limites, reglas de convivencia con otros niños, rutinas, horarios que antes dentro de su casa eran impuestas por ellos y no por otras personas.


*Compartir no sólo materiales con otros niños, sino su espacio, su tiempo, su atención. En casa estan acostumbrados que la atención de todos los adultos a su alrededor es 100% para ellos, sobretodo en hijos únicos, como la mía y que no tienen otros niños cerca de ellos.


Asi pues es todo un proceso mental y emocional no sólo del niño, sino también de la familia, su padre y yo nos angustiamos y sufrimos igual que ella pero es muy importante que nosotros le mostremos al niño seguridad, emoción por la escuela y felicidad, por que si estamos temerosos e inseguros transmitimos esos mismos sentimientos al niño.


Mi amiga me recomendó seguirla llevando y no interrumpir su proceso, dejar que fluyera, alentarla, animarla, platicar mucho con ella, enseñarle fotos de cuando sus papis iban al kinder, explicarle que ahi estabamos con nuestros amigos y luego la abuela nos recogia y eramos muy felices, contarle anécdotas, enseñarle prgramas o películas de niños que fueran al colegio solos y asi lo hice.


Por eso hoy agradezco a TIMMY TIME que vemos en las mañanas antes de salir al colegio y que ha hecho que el preceso de mi niña sea más llevadero, estos dos últimos días ha dejado de llorar, ahora me dice "ya no voy a llorar en la escuela mamá, ya voy a ser feliz con mis amigos" y yo soy también inmensamente feliz por eso.




miércoles, 15 de febrero de 2012

Adiós Ecobebé


Cuando estaba embarazada y buscaba información acerca de los pañales de tela la primer página que encontré fué la de Ecobebé, me pareció muy inetersante todo lo que tenían: pañales de tela, cargadores, productos ecologicos para bebés y mamás, era practicamente lo que estaba buscando.

Además tenía un blog donde los creadores de la empresa platicaban sus experiencias de crianza y con dichos productos, había un foro donde las mamás podían entrar y platicar de cualquier tema y me parecía una empresa no sólo comprometida con el medio ambiente, sino con las mamás que buscabamos lo más natural para nuestros pequeños.

Asi fué como un día una prima que casualmente conocía a una distribuidora la llevó a mi casa, fué mi primer acercamiento a los pañales de tela, los Biobebé, marca que fabricaba Ecobebé. Me enamoré de ellos inmediatamente, ese día también me quedé con mi maravilloso cargador de argollas en tela de manta que me sirvió muchisimo hasta casi los dos años de mi hija y eso por que después ya no se dejaba cargar.

Entonces pensé que si iba a adquirir más pañales debería hacerme distribuidora y asi los conseguiria en un precio especial y lo hice, adquiri pañales no sólo biobebé sino también las marcas que importaba, cargadores, baby legs y comencé a ofrecerle a familiares y amigas y pronto se volvió un buen negocio, además que yo podía adquirir lo que necesitaba a un buen precio.

Pero sucedió que la pareja dueña de la empresa se separó y con ellos también Ecobebé, entonces no volvió a funcionar igual, dejaron de distribuir muchos productos y marcas que a mi me habían gustado mucho. Pronto dejé de hacer pedidos grandes y sólo lo que me iban pidiendo algunas clientas, supongo que lo mismo le pasó a muchas distribuidoras como yo, además el mercado de pañales de tela cada vez crecía más y Ecobebé que hasta ahora había mantenido cierta hegemonía dejó de tenerla, salieron más y más marcas nacionales y ya se podía importar sin mayor problema, también dejaron de producir sus propias marcas de pañales, cargadores, toallas y poco a poco la empresa se volvió un poco fantasmal.

Hasta que pasó lo inevitable, hace como 3 semanas recibí un correo donde el dueño nos explicaba que después de 10 años Ecobebé desaparecía, que él ya queria dedicarse a otra cosa y que se iban a "fusionar" con otra empresa de pañales: Ecopipo, agradecía todo lo recibido esos años y se despedía dejando a otra dueña a cargo y esperando siguieramos con ella. Cosa que a mi no me convence ni me parece, las políticas de distribución de dicha marca son más que exageradas y Ecobebé me parecía más que una empresa, un compromiso social, de crianza, ambiental y ésta nueva empresa está muy lejos de ofrecer algo más que vender, vender y vender su ya tan saturada marca, además eso de "fusionar" está muy lejos de la realidad, Ecobebé desaparece por completo, ya no se producirán sus marcas de pañales, toallas o cargadores, ni se importarán otras marcas.

Asi pues le digo adiós a Ecobebé, gracias por enseñarme a ser una mamá ecológica, conciente del bienestar de mi hija, de mi familia, de mi mundo, gracias por mantener feliz a mi niña con sus nalguitas sin rozaduras, entre telas y no entre quimicos, gracias por permitirme ser parte de su familia de distribuidoras y por todas las enseñanzas recibidas por ustedes, les deseo a los propietarios y las demás distribuidoras que tengan una vida feliz y exitosa en otros rumbos.

Ojalá hayan conocido a Ecobebé y sus productos, harán falta sin duda para las nuevas generaciones de madres como yo.

lunes, 13 de febrero de 2012

Caminito de la escuela.



Cuando tienes un bebé generalmente uno está llena de ideas y conceptos sobre crianza, educación, alimentación, cuidados, etc, etc, etc., casi siempre de cosas que de aprendieron en la familia, cosas que se leyeron por ahi en libros, revistas, la red, etc, consejos bien intencionados de las personas allegadas y un sin fin de información recabada que nos hacen una idea al respecto. Pero sucede que cuando ya eres mamá y ves a tus hijos y te informas sobre otras maneras, resulta que aquello que creias ya no cabe dentro de tu propio sistema de madre y en realidad no sé si llamarlo "sistema", pues esta palabra tampoco entra bien en nuestra forma de vida.


Antes que naciera mi princesa creia en la educación "formal" en la que yo misma había estudiado y pensaba ingresarla hasta cumplidos los 4 años igual que yo, pero la realidad ahora es otra. Mi niña ha sido cuidada amorosamente por mi mamá, casi desde que nació durante el tiempo que yo trabajo en una oficina y aunque es un tiempo realmente breve (sólo 4 horas), también hay que sumarle los trayectos que en esta ciudad por demás complicada a veces se vuelven muy sufridos sobre todo para un niño y resulta que las 4 horas laborales de mamá se convierten en una jordana de casi 8 horas fuera de casa, de comer con la abuela y mucho tiempo perdido.


Mi hija desde que cumplió aproximadamente 2 años ha insistido e insistido en ir a la escuela y aunque mis explicaciones de "los bebés no van a la escuela, sólo los niños" lograron apaciguar esa inquietud al principio, después respondia "yo ya soy una niña y voy a la escuela", esa necesidad explicita de mi hija junto con todo esto de los tiempos fuera de casa, de darle a la abuela una responsabilidad tan grande y de ya reducirle su carga de trabajo, asi como esa sensación de por fin "hacerme cargo de mi familia" nos llevó a la desición de buscar una escuelita para mi princesa y que yo ajustara el tiempo de trabajo sólo a las horas que ella pasaría en el mismo.


Asi que me di a la tarea de buscar una escuela.


Para empezar en mi cabeza ya se había desterrado aquella horrible idea de la educación "formal", después de conocer y leer acerca del Metodo Montessori pensé que ese era el tipo de educación que queria para mi hija, una educación libre, con respeto, a su tiempo, a su ritmo, priorizando sus necesidades y no las de la escuela o el maestro.

Asi que busqué varias escuelas Montessori por mis rumbos y al buscar descubrí también el Método Constructivista el cual me pareció igual de maravilloso que el Montessori y que también se adecuaba perfectamente a nuestra niña y nuestra familia.


Visité cerca de 10 escuelas, 2 Montessori, 2 tradicionales, 2 que no sabían ni qué eran, 3 constructivistas y una pseudo constructivista.


Las escuelas tradicionales me parecieron tan rigidas, tan cuadradas, tan poco eficaces, dónde lo que menos importa son los niños. La entrada en estas escuelas era a las 7:45 am, me pareció tan terrible querer que un niño, casi bebé en edad preescolar tuviera que levantarse a las 6:00 am para ir al colegio, con jornadas de 7:45 am a 2:00 pm, bilingües al 100%, con miles de actividades, y una maestra que de entrada me dijo: "aqui ya no son bebés, asi que no hay biberones, ni siestas, ni berrinches, aqui ya son niños que vienen a aprender", los salones eran de 25 niños con ¡¡¡una sóla maestra!!! ¿cómo cuidan a tantos niños en esa edad?, la verdad a mi me parece ilógico y hasta cruel, asi que sólo confirmaron algo que yo ya sabía, ésto no es para mi hija, no es para nosotros.


Cuando leí acerca de las escuelas Montessori me parecian como un sueño hecho realidad, pero cuando llegué a las escuelas me parecío todo tan gris, tan apagado. Sí es mucho como estar en casa, pero mi niña tiene un carácter tan jovial, tan inquieto, aventurero, artistico, mucho bailar, cantar, correr, jugar, que aquello me parecío que sería como un somnifero para ella, así que mi ideal de Montessori se derrumbo, ésto no es lo que buscaba, no es lo que mi hija necesitaba.


Fué asi como llegue a las escuelas Constructivistas y desde que entre dije "si, ésto es ella, ésto es mi hija, ésto es su escuela". Las escuelas constructivistas tienen un sistema en el que lo más importante es que el niño se divierta y mediante el juego, la exploración y la interacción con los demás el niño aprende y construye conociemientos. Así que en las escuelas constructivistas todo es diversión, al igual que en la Montessori todo está a su alcance y dividido por áreas (arte, matématicas, casa, lectura, etc) y el niño tiene libre acceso a dichos materiales y aprende de acuerdo a su ritmo, a sus necesidades, a sus inquietudes. La maestra también es como las guias montessori, que va llevando al niño a crear proyectos y conocimientos. Estas escuelas son tan joviales, tan vivas, tan como mi hija que inmediatamente supimos que ese era su lugar.


Asi que elegimos una cerca de casa, dónde desde que fuimos a la entrevista mi princesa entró a un salón con los niños y estuvo jugando mientras me explicaban la forma de trabajo, me enseñaban las instalaciones, me decían que el luch es compartido y que una semana le toca a una familia llevarlo para todos los de la escuela, que realmente son muy pocos unos 15 niños, lo que me asegura que la atención es personal con cada niño y no sólo uno más, me explicaron lo del respeto al tiempo y desarrollo del niño y de que están juntos niños de 1 a 3 años y de 3 a 6 años, donde promueven valores y la independencia del niño. Asi que nos enamoramos y mi niña lleva ya una semana, donde se va gustoza en las mañanas y sale feliz, ha aprendido en esos poquitos días como cepillarse los dientes sola, cosa que antes sólo mordia el cepillo y se comia la pasta, me enseña sus juegos aprendidos y la veo tan feliz que creo que este cambio ha sido maravilloso para nuestra pequeña familia de 3.