viernes, 22 de julio de 2011

MILTON
Aún recuerdo el día que llegaste a casa. Yo tenía 15 años y tú 1 mes de nacido. Eras pequeño, frágil, aún no podías caminar. Recuerdo que pensé "cómo pudieron quitarselo tan pequeño a su mamá, aún no sabe alimentarse bien, ahora seré yo tu nueva mamá", y lo fui.
Te preparaba tu avena, te alimentaba, te tapaba en las noches, te dormias en mi panza, te hablaba, te cantaba, me emocioné muchisimo el día que pudiste levantar tu patita para orinar en un árbol, salimos a pasear muchas veces, te rescaté de la muerte cuando te pelaste con un perro 2 veces más grande y fuerte que tú y te mordió el cuello, recuerdo verte en sus fauces y sólo pensaba "mi bebeeeeee", corri hacia ti y le pegue para que te soltara, te cargue y te lleve a casa, fui corriendo por el veterinario para que te viera.
Cuando me sentía mal y lloraba, tú te sentabas a mi lado y sólo me mirabas, lamias mi mano.
Fuiste creciendo junto a mi, conmigo, a mi lado. Me diste tanta alegria y contigo nacieron mis instintos maternales, eras mi chiquito.
Luego creci y a ti no te agradaba mi novio, estabas celoso y hasta le orinaste sus herramientas un día. jajaja
Entonces me casé y me fui de casa, pero seguia yendo a diario y tú me recibias gustoso. Cuando estaba embarazada ponía tu oreja en mi vientre y te decia "escuchas a la bebé, escúchala, ella es tu hermanita" jaja y mi mamá me regañaba.
Entonces nació mi niña y yo te descuidé poco a poco, tú entonces ya estabas viejito y mi mamá se ocupó de ti, aveces nos acercábamos de nuevo, pero nada volvió a ser igual.
Tu vejez te hizo enfermar, tus patitas ya no respondian y no podías levantarte, comer o hacer tus necesidades solo, te habías reducido a estar echado en un rincón de la casa, esperándo que alguien fuera a ti, casi siempre mi mamá.
Ella ya no podía verte asi, ya no eras tú, ya no eras ese perro alegre, juguetón, chilletas, mión, rebelde, saltarin... mi bebé.
No podíamos verte asi, tu cuerpo estaba lleno de llagas y había que curarte, tu ojito se infectaba y tú sufrias, nosotros sufriamos.
Así, que un día mi mamá decidió que no sufrirías más, te irías en paz y nosotros te recorderíamos siempre, como eras antes.
Te tomé la cabeza y te dije "adiós Miltón, te amo, siempre te amaré y siempre estarás en mi corazón" y te fuiste, regresaste hecho cenizas en una cajita de madera y éste certificado:

Ahora yo pienso en ti, te extraño y lloro.

Mi niña el otro día me dijo:
Aurora "Mamá, Miltón on ta"
Mamá: "En el cielo de los perros, amor"
Aurora: "Onde"
Mamá: "En el cielo, ahí es muy feliz"
Aurora: "Vamos"
Mamá: "No podemos amor..."

Y yo lloré, como lloro ahora que escribo de ti, como lloro al recordarte y extrañarte y sé que el dolor pasará y sé que algún día no lloraré más y también sé Miltón que tu lugar en mi corazón está seguro, fuiste mi primer perro, fuiste mi primer hijo y te amo y te amaré toda la vida.
Sé que estarás ahí el día que la muerte me encuentre y que tenga que cruzar el río, tu estarás tan fuerte, feliz y sano como eras, y me lamerás la mano y cruzaremos el río juntos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario